domingo, 16 de octubre de 2011

El Rumor


El rumor, así es como se llama la dinámica que hemos llevado a cabo en clase. Ésta consistía en que la profesora se llevaba fuera de clase a dos compañeros, y les daba un artículo sobre una noticia actual para que se la leyeran, una vez leída y entendida estos dos compañeros, cada uno, debían contar la noticia a otro compañero, siempre apartados del resto de la clase. Así hasta llegar a los dos últimos compañeros, que tuvieron que contarnos a todos la información que les había llegado. Una vez oída la noticia o lo que había quedado de ella al pasar por este “teléfono escacharrado”, era hora de escuchar la noticia original, tal y cómo venía en el artículo, y así poder darnos cuenta, que al fin y al cabo era lo que se pretendía con este ejercicio, que si no usamos las palabras adecuadas y toda la información que conocemos para comunicarnos, la otra persona, el emisor, nunca llegará a comprender del mismo modo lo que nosotros sí comprendemos. Durante el recorrido de esta información por la boca de todos nosotros, ha ido transformándose, hemos cambiado su estructura y forma, cambiado sus palabras técnicas a otras más coloquiales y quizá más inexactas, obviando partes de ésta que pensábamos innecesarias o simplemente se nos olvidaba, e incluso añadiendo ideas de nuestra propia cosecha.


Los rumores tienen un enorme potencial manipulador porque la gente tiende a ajustar su propia visión del mundo a la percepción de éste que tienen los otros. Además, transmiten con enorme eficiencia la información social, siempre parece que se propaga más fácilmente un rumor que la verdad, ¿no?
Según un estudio científico alemán, “los rumores son más fuertes que la verdad”: http://www.tendencias21.net/El-rumor-influye-mas-que-los-hechos-en-la-formacion-de-una-reputacion_a1864.html


La comunicación es muy importante y peligrosa si se usa mal, es por eso por lo que debemos tratarla con mucho cuidado y respeto. Ésta idea me parece muy interesante y más teniendo en cuenta la importancia que tiene en la relación paciente-enfermero que nosotros sepamos informar al paciente correctamente sobre su estado clínico, su tratamiento y de los riesgos y complicaciones que pueden acompañar a su estado de salud. Si la información que le damos es incompleta, o por querer hacerla más amena termina entendiéndose mal, podríamos ocasionar muchos perjuicios a esta persona, como que no entienda bien la vía de administración de un medicamento o que no conozca ante que síntomas debe volver a consultar.

Aparte de esto, otro caso que nos interesa en enfermería que tiene que ver con el rumor, es, y se da muchas veces, el caso de la automedicación, que por consejos de los vecinos, familiares o gente no sanitaria siguen un tratamiento distinto al aconsejado en su centro de salud. “He oído, o Fulanita me ha dicho que ha su hija le ha ido muy bien cuando le dolía la cabeza…”


Finalizo esta entrada con la frase de Ferrán Ramón Cortés, que escribe en su libro “Virus”: Antes de hacer circular una información, deberíamos estar completamente seguros de dos cosas: que la información es cierta y que el hecho de circularla contribuirá positivamente en el seno de la organización. Si no es así, lo que hacemos circular no es información. Es un virus".

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con que no debemos hacer circular rumores, pués a veces el rumor repetido muchas veces se puede convertir en una verdad.

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