Análisis discurso Steve Jobs

En primer lugar, quiero destacar las características de buen orador de Steve Jobs, partiendo de la base que es un gran profesional de mucho prestigio, conecta muy bien con la audiencia por medio de las emociones, transmitiendo credibilidad, naturalidad, entusiasmo y capacidad de trabajo.

El discurso está bien estructurado, donde se pueden diferenciar las tres partes fundamentales, que son:

-          Introducción: en la cual despierta el interés y capta la atención del público con una nota de humor diciendo que “su discurso era lo más cerca que había estado nunca de una graduación universitaria”, esbozando una sonrisa en el público.

-          Desarrollo: divide su discurso en tres partes, relatando tres historias de su vida.

La primera historia habla sobre “conectar los puntos”, relata cómo su vida a través de distintos episodios, empezando cuando su madre lo dio en adopción, pasando por la universidad, retirándose de la misma, asistiendo a un curso de caligrafía, diseñando 10 años después el Mac, y siguiendo su corazón y su instinto, los puntos se terminan uniendo.

La segunda historia es sobre el amor y la pérdida, relata cómo pierde su trabajo, y vuelve a recuperarlo tiempo después, gracias al amor que siente en su trabajo y en sus seres queridos.

La tercera historia habla de la muerte, cuenta el episodio cuando le diagnosticaron un cáncer de páncreas y le daban seis meses de vida.

-           Conclusión: resume en una frase todo lo que quiere decir, “sigan hambrientos, sigan alocados”.

En la exposición, cabe destacar la brevedad del discurso, y sobre todo, la cantidad de información y de mensajes esenciales que se aportan a la audiencia.

REFLEXIÓN

Me parece un gran discurso, debido a la claridad y cantidad de los mensajes que aporta.

A mí, el mensaje que más me ha llegado, es el del trabajo y la perseverancia, hay que luchar por lo que uno quiere, sin desfallecer y siguiendo el corazón, como cuenta Steve Jobs, pero siempre con inteligencia. No me parece bien, el hecho que cuenta cuando estando en la Universidad, dejó de estudiar y se pasó dieciocho meses durmiendo en el suelo de la habitación de sus compañeros.

Salvo este acontecimiento, todo lo demás es conectar con la audiencia y provocar emociones, que es lo que nos queda, y por eso lo recordaremos siempre. 

En esta imagen podemos observar uno de los gestos que más utilizaba Steve Jobs en sus discursos, abrir los brazos, como muestra de apertura al público, de que no tiene nada que esconder, es sincero y a la vez cercano, trasmite confianza y seguridad, imprescindible para ser un buen vendedor.